Destruction is a form of creation.

sábado, 31 de diciembre de 2011

No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor.
















Desde pequeña he sentido que este último día era el más corto.
Cuando llegaba la noche, era como si todos nos preparásemos para saltar una cuerda que decidía vivir en el pasado o en el futuro. Cogiéndonos todos las manos, nos mirábamos unos a otros pensando en si saltaremos bien o nos tropezaremos. Yo siempre me he tropezado. En el último momento del día, el último segundo, la máxima precisión resultaba el mejor salto. Un alarido, una mirada, un movimiento, una sonrisa... y te caes.
Y tras pasar la cuerda por debajo de nuestros pies, todo es felicidad.
Los que quedan al otro lado nunca volverán, se quedan ahí para siempre. Se despiden con sonrisas, festejan que tú si la hayas saltado.
Hay abrazos, besos y felicitaciones. Y una noche muy larga por delante.
Festejan con amigos, familiares, amores. La noche es muy larga y está llena de diversión.
Y tras acabar la noche, todos vuelven a prepararse para saltar la gran cuerda.
En todo el tiempo de preparación es muy posible que algunos no lleguen al final para saltarla, puede que otros la salten solos o puede que otros, acompañados por fin.
Y así llegó hoy... y la pregunta de siempre.
¿Será la última cuerda que salte?

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