Destruction is a form of creation.

domingo, 10 de febrero de 2013

No te puedo dar más espacio del que nos separa esta maldita distancia.


Cuenta la leyenda que hace muchos años una bellísima mujer contrajo matrimonio con un destacado y respetable samurai. Al parecer la mujer era tan hermosa como promiscua, y es que además de contar con numerosos pretendientes que la seguían cortejando a pesar de su matrimonio, ella misma sucumbía a los placeres de la carne con muchos de ellos.

Su marido que al principio desconocía las prácticas extramatrimoniales de su joven esposa se enteró un día de todos los episodios de adulterio que había cometido. Según cuenta la leyenda, el samurái entro en un estado de cólera increíble y se dirigió hacia su mujer cortándole la boca de lado a lado mientras le gritaba “¿Crees que eres hermosa?”. Una vez hubo terminado de rajar completamente la boca de la joven terminó la faena diciéndole “¿Quién pensará que eres hermosa ahora?” cabe destacar que la mujer con la boca cortada falleció dejando a su marido con la eterna culpa de su muerte.

Se dice que a partir de ese momento la mujer regresó al mundo terrenal convertida en un yokai (espíritu demoníaco) y que vagaba por las calles de Tokio buscando venganza entre todo aquel hombre al que se encontrara. La leyenda asegura que es posible encontrar a este espíritu andando por las calles de la ciudad con una mascarilla quirúrgica en la boca (algo que no sorprende teniendo en cuenta las costumbres sanitarias de los japoneses).

Cuando el espíritu se cruza con algún joven simplemente se detiene frente a él y le pregunta “¿Soy hermosa?” Si dices que sí la mujer se arrancará la máscara y te preguntará “¿Y ahora?”, en ese momento sus víctimas gritarán despavoridas y esta las asesinará cortándoles la cabeza al interpretar en sus alaridos un claro no. Si la segunda vez que pregunta la respuesta es sí dará exactamente igual, ya que el espíritu reaccionará realizando el mismo corte en su víctima para que experimente su dolor.

Como se puede ver es bastante difícil escapar de la ira de este espectro. Aunque es cierto que la leyenda cuenta que existen ciertas formas de evitar su venganza. Si la persona asediada da una contestación lo suficientemente ambigua para que Kuchisake-onna se quede pensativa pensando en el significado de la respuesta, seguramente tendrá tiempo de escapar y correr lo suficiente para huir de sus tijeras. También se dice que si ante la primera pregunta la victima responde un educado “lo siento, tengo mucha prisa” el espectro la dejará marchar haciendo uso de los buenos modales de la cultura japonesa.





Gracias a Sobre leyendas.

Hoy ha sido una noche de dudas, sí de dudas terribles pero ahora solo me queda decirte.. ¿te acuerdas? :


Te regalo cada una de mis noches,
para ti mi almohada empapada en lagrimas
para ti mis amaneceres solitarios.
Quédate conmigo,
quédate conmigo y te daré hasta el ultimo de mis hálitos.
Te otorgo el dudoso obsequio de mi locura,
te doy las llaves de mi corazón,
te doy el numero de la eternidad,
para esposarnos nuestro amor al cuello.
Te doy el frío de mis manos
para que me mires enfadado al acariciarte,
quédate conmigo y te regalaré cada una de mis creaciones
te dedico mis bocetos mal logrados,
mis versos mal hilados,
mis acordes desafinados.
Quédate conmigo y te regalo mis oídos
para que los destroces a gemidos o a gritos
quédate conmigo,
quédate conmigo literalmente,
con cada uno de mis órganos, te pertenecen.
Para ti mi corazón mórbido y diatesico.
cada uno de los putrefactos componentes de mi alma.
Cada una de mis caras.
Quédate con mis secretos y con mis vergüenzas.
Pero no te vayas....



martes, 5 de febrero de 2013

Las diferencias nos matarán.

Es así realmente cómo me siento ahora mismo.
Sentirme realmente idiota, llorando a todas horas.
Soy una persona obsesiva y horrible.
Me merezco morir sola.

Resurgir de la espuma.


¿Sabes? Nunca nadie nos entenderá como tú y yo.
Has vuelto a nacer, como las siete cabezas y media de Policleto en David, o el placer por lo caótico y tenebroso en el corazón de un Romántico perturbado.
 Pero tu has explosionado en segundos, resurgiendo en un estallido de frenesí lo que mucho tiempo llevaba muerto.
Muerto por culpa mía. Yo, que te encaminé por un camino de cuadriculas estoicas donde la sensualidad del delirio a no tiene sitio. Te vendé los ojos con obligaciones y te llevé a un cruce de caminos con la unica compañia del diablo y tu miedo.
Ahora soy yo la que vive ensombrecida por mi asombro. Callo ante tu resurgitar; esputas en un arranque de locura lo que vivía maniatado en las oscuras partes de tu conciencia.
Furia, locura, vaivenes. Vida: Ese choque constante de pensamientos simultaneos y dispares que hacen que tu cordura tenga algo de sentido. Un acantilado no sería igual de bello sin el oleaje impetuoso golpeando y machacando de forma constante en busca de expandir sus horizontes,  en busca de libertad, en busca de aire que respirar. Pero ninguno cederá.
 El acantilado vertiginoso no se marchará y orgulloso como nadie levanta firme su silueta en el atardecer, y las olas, con dedos débiles y blancos como la piel de una menina, se agitan, se agitan y lloran, golpeando a esa barrera inflexible una oportunidad a para una forma distinta a la vertical. Lineas sinuosas para invadir el alma más sensible del mundo, pero no para él, él que tiene por corazón una piedra con grietas de hielo.
De esa lucha constante entre el limite de los dos mundos se consiguen sacar los únicos retazos de belleza real que nos queda por mostrar al mundo. El acantilado no se irá y el furioso oleaje no desistirá, pero en esa guerra eterna siempre se salvarán pequeños recuerdos de espuma: mediadora de la cordura y la paranoia, de la paz y la pasión. Espuma, que vió bajar a Egeo arrebatado por la negra desdicha de la horrible confusión y lo acunó hasta lo más profundo del mar. Espuma, madre y lecho de la Belleza en el Olimpo.
Espuma: vida y muerte. Lo único que los demás atisban de tus palabras. Y lo unico que podrán atisbar por mucho que lo intentes. Pero tranquila, yo nado en tu oceano, escalo a lo más alto de tu abismo y buceo a lo más trastornado de tus tinieblas. Yo mejor que nadie te amansará cuando la marea esté alta, y yo enloqueceré tus días más calmados con rabia.
Porque todo está dentro de ti, y tu cabeza no cederá a mis palabras. Vives confusa como yo y siempre lo estarás. Y ahora que tus insensatos pensamientos han retoñado no me necesitas más para sobrevivir a la realidad.
                                       
Asi que sácame de tu cabeza, que me voy a dar un chapuzón.

"Los sentimientos son volubles, recuerda como te sentías antes de su existencia"

¿Sabes? Nunca fui una chica segura, he tenido todos los complejos posibles sobre mi cuerpo y mi personalidad me ha parecido de lo más surrealista.
Pero llega un momento en el que todo eso, incluso eso que está totalmente ahogado en el fondo de tu corazón lo abandonas.
Lo abandonas por el, porque todo lo que más quieres es verle feliz, hacerle reir y si para eso hay que dejar de pensar en uno mismo, se deja.


Hasta que claro, aparece ESA persona por la que te la suda lo anteriormente dicho, coges la metralleta y vas a matarla. Esta sociedad ya no respeta nada.

domingo, 3 de febrero de 2013

Y como sé que nunca lees mis cosas, no me da miedo hablar mal de ti.

Pido que me entiendas y lo único que sabes es decirme todos los fallos que tengo.
Pido que me apoyes y solo me dices que cambie y que madure.
Pero luego tú haces lo que te da la gana, y.. ¿qué? ¿Esperas que me alegre por ti? ¿Esperas que te diga lo bien que está lo que tú haces en comparación de lo que yo hago?
Nunca vas a reconocer un fallo, nunca.
Pero no me entiendes ni me apoyas ni me nada.
Estás dejando que nuestras diferencias nos destruyan y soy la única que mueve un dedo por todo.
¿Y por qué?
Porque supuestamente soy yo el problema de todo.
Soy yo la que es una inmadura.
Soy yo la que tiene mil fallos.
Y soy yo la que tiene que cambiar.
Estoy harta de depender de ti.
Estoy harta de ser yo la que siempre tenga que ir detrás de ti.
Estoy harta de poner la tonta sonrisa de "no pasa nada" o "no me importa".
Ojalá te mojases tú también un poco.
Pero se acabó.
Paso de todo.
Me voy detrás de otra persona.