Deberías dejar de hablar con extraños y tratar de olvidar cómo hacerme daño.
No me hagas masticar bombillas encendidas,ya no quiero aprobar tus pruebas tan divertidas.
Y sí, fui feliz cuando el mago te hizo desaparecer, aunque el truco fue en vano.
Y si alguna vez me sincero, te diré:
tu sonrisa es vulgar y además no te quiero.
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