Destruction is a form of creation.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Hell. Where is my mind?

7:00 A.M y la temperatura no dejaba tregua ninguna para mi piel. Quizá fuera el efecto del plástico, tal vez, pero resaca y 3 horas de sueño no iban a dejar vencerse por unos grados de más.
Quizá fue ese sentimiento nauseabundo de girar la cabeza y observarte a ti ahí.
 Adrenalina musical recorriendo mis venas hicieron que me alejara de ti lo más rápidamente posible.
Me fui, sin buscar un sitio, sin esperar a nadie en busca de esa ansiada... tropecé. La poca fuerza física que me quedaba la dejé plantada frente a mi tienda.
Te tenía miedo, pero ese miedo del de una niña que teme por el hombre del saco o porque Papá Noel piense que se ha portado mal y no merezca regalos.Miedo a la oscuridad.
Música, y como un perro olisqueando fui hacia ella, me senté miré las estrellas..¿pero si era de día no? Que importaba.
Escuchaba susurros pero no me importó.. escuchaba pasos, como si de un animal se tratase, y algo blanco se asomó.
No pude evitar pensar que podría ser, le seguí. Bendita curiosidad ¿Verdad? Aunque era bien temido el descubrimiento.. ¿O peor lo que ya andaba descubierto en mi vida?
Caminé.. y para mi sorpresa ¡Era un conejo blanco! Son mi debilidad. Quería atraparlo, no era codicia, solo quería tenerle entre mis brazos y achucharle.
¿Eso es.. un reloj? Que mal llevaba la resaca, me hago mayor.
Salió corriendo y le perseguí. ¡MIERDA! Volví a caer pero esta vez en un túnel ¿Pero y este vestido..?
Curioso los efectos del alcohol, he caído desde un túnel y no me ha dolido. Verás mañana que bien.
Tracé una visual fuera de la órbita de mi ser. Llovía sangre de la pared, curioso.
Golpea las luces me repetía una y otra vez aquel sonido, Oops me veo más pequeña, bah no importa.
Buscar y destruir, nuevo ritmo que me hacía buscar algo que tanto ansiaba y de repente...
¿Y esas campanas? ¿Por quien doblan?
Giré mi cabeza mareada, asustada, tomando una mínima conciencia de algo.. ¿surrealista?
 y....
Le besé. Y no una sino dos y tres veces. ¿Y sabes que? Sentí en ese preciso instante como me arrancaba mis vendas, el olor a libertad, a poder alcanzar realmente lo que merezco, a aprender a vivir mi vida sin ser tu esclava.
¿Si debí sentirme mal? No lo se. Chesire me sonrió.  Y aunque sabía que por muy dulces y cálidos que fueran esos labios no  volvería a saber de ellos, no me importaba, era mi nueva llave hacia lo que hoy, soy.

Aunque esto -Sonreía pícaramente- esto.. queda entre tú y yo.







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