Destruction is a form of creation.

lunes, 14 de enero de 2013

Me muero por conocerte.


Hoy volví a buscar a la persona adecuada para mí.
Una persona a la que le guste por quién soy yo.
Una persona a la que le guste aunque no pueda cumplir sus sueños.
Pero, ¿existe una persona así?
Sería agradable si existiera.
¿A esa persona le gustaré yo y solo yo?
[Sería agradable si fuera cierto.]
¿Esa persona nunca me pedirá nada?
[Si no]
Si a esa persona no le gusto por quien soy realmente, entonces esa no es la adecuada.
¿Verdad?
Verdad.
¿De verdad existe esa persona?
De verdad.
¿Y dónde?
Probablemente muy cerca.
Estoy segura que la persona que me guste no estará en un lugar muy lejos.
Pero, si esa persona no me gusta, ¿qué debo hacer?
¿Qué debo hacer si le gusto a alguien que no es la persona adecuada?
Los corazones de las personas no se pueden borrar como los de esos.
Por eso, cambiar la decisión de una persona es difícil.
Ya lo sé.
Los corazones de las personas son fáciles de cambiar, pero hay algo que no puedes cambiar tan fácilmente.
Por ejemplo, cuando te gusta alguien, eso no se puede cambiar tan fácilmente.
Entonces, ¿qué debo hacer?
Tendré que elegir.
Tendré que elegir y arriesgarme entre yo y mi otro yo.

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