Destruction is a form of creation.

sábado, 13 de septiembre de 2014

¿Yo no debería estar estudiando?

Hace tanto tiempo que no escribo, que no creo que me cueste escribir esto.
Rompo la perfección de las 400 entradas en el blog con una reflexión bíblica, o también llamada, tochaco intragable. Podría decir que no me importa quien lo lea, ya que lo escribo por propia satisfacción, pero me equivocaría, ya que si lo plasmo por aquí es porque quiero que alguien lo lea. Y pensar que nos considerábamos unas chicas con el corazón roto y nos tuvimos que poner "rompecorazones"... En fin, cosas de la infancia, qué se le va a hacer...
Quizá la forma de empezar este texto no sea la adecuada, ya que no es fácil decir de uno mismo que tiene el síndrome de Peter Pan, una idea que llegó a los oídos de mis padres y a los míos propios pero que nunca he entendido. Y lo más propio sería decir que todavía no la he llegado a entender, pero al menos la puedo razonar. Veo por dónde van los tiros y veo que no se alejan mucho de la realidad. Quizá antes podía tomármelo como una tontería de niños, pero no es para nada una chiquillada, es más serio de lo que podría imaginar. Tengo la esperanza de que solo quede en una tontería, pero mi madre siempre me lo ha nombrado refiriéndose a mi miedo a crecer y hacerme mayor. Para colmo, solo forma parte de las miles de fobias que tengo, y la más ligada al miedo a crecer es el miedo a la muerte. Podría hablar sobre esto más detalladamente, pero no lo haré, no quiero soltar una paranoia propia de Don DeLillo más que nada porque la primera que lo pasa mal luego soy yo. Tampoco quiero ponerme a contar cada una de mis fobias, no es algo de lo que me enorgullezca. ¿Quién desearía tener más debilidades y dificultades que las mismas que da la vida? En fin, qué le vamos a hacer...
Pero no todo son llantos y malos momentos, he tenido la suerte de tener muchos momentos preciosos e inmejorables, y eso que no he vivido ni la mitad de una vida. He recibido piropos y halagos desde que he sido una cría, y no es al físico a lo que me refiero. Quizá cada uno de ellos ha llenado el «saco del egocentrismo» que creía inexistente. Y aunque me halla pasado la vida defendiendo que soy una persona buena, que se preocupa por todos, que es generosa y que le importan los demás por encima de ella, me he dado cuenta (y ya era hora) de que yo no soy así. Es cierto que me importan las personas y las valoro, joer, no soy un monstruo, pero no puedo negar ser egoísta, celosa y egocéntrica muchas veces, más de las que me gustaría a mí. Yo no quiero que me miren a la cara pensando que intento ser una persona perfecta, tengo muchos defectos y ellos me han hecho como soy. Y ahora me alegro, me alegro que haya pasado esa época de autoengaño. En verdad he intentado mejorar mi forma de ser, pero me es difícil y sigo en ello. También soy demasiado llorona, demasiado sensible y obsesiva, le doy demasiada importancia a todo. Qué le vamos a hacer...
Es bonito, ¿verdad? Saber lo que uno es. Aunque más bonito es que te quieran aún sabiéndolo. Hace unos años que tengo pareja, lo cual parece increíble. Otra de las etiquetas que me puse de pequeña es "solitaria" y ahora no puedo soportar el peso de esas palabras en los hombros. Puede que sea asocial, que no me guste el contacto físico, que no quiera ser el centro de atención, que sea callada... pero ¿con todos? Dicen que «la excepción confirma la regla», y es una verdad como un templo. Y es que parezco otra persona distinta con las personas que amo. Es lo que más valoro de la madurez: saber valorar lo que tienes. Tengo una familia maravillosa y puedo decir que soy totalmente dependiente de ellos. Que si no estoy con ellos me siento solísima y que no puedo soportar la sensación de estar sola. La dependencia es un rollo, en verdad, pero qué le vamos a hacer... Desde luego yo no he elegido esto.
Al igual que yo no he elegido vivir a 400 km de la persona que amo y vernos 1 vez al mes o a los dos meses. Bueno, en verdad elegí irme a estudiar a Madrid, pero quiso el destino o lo que quiera que sea que nos enamorásemos a pesar de las dificultades. Y merecen la pena, de verdad, merecen mucho la pena. Aunque por un lado me de miedo el futuro, crecer, envejecer y morir, estoy deseando que pase este presente/futuro cercano para no tener ya más la excusa de la distancia, que es un rollo, de verdad.  Y es que no hay persona que más me importe. Lamentablemente, mi vida ya no gira en torno a mí, es lo malo de ser una persona dependiente y que necesita amor de quien ella ama. Lo cual hace más martirio mi etapa universitaria solita por los Madriles, aguantando como una campeona las ganas de verle. (Lo de campeona es discutible) Pero es que vaya envidia que me da la gente que está junta siempre, nadie se puede hacer una idea. Cuando en el futuro yo vaya dando envidia ya lloraréis, qué se le va a hacer.
Jo, que sola me siento. He de admitir que si me he puesto a escribir esto es porque me siento sola. ¿Qué mejor forma de no sentirte sola que hablarte a ti misma? El caso es que quería contar muchas más cosas, pero se me han olvidado la mayoría. (Gracias, Darnu ¬¬)También tengo muchas mariposas en el estómago y muchos pájaros en la cabeza. Ains, es que una no puede dejar de estar enamorada en todo el día, qué se le va a hacer...

Y es que tengo tanto que agradecer, que me podría tirar una vida entera.

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